Una historia curiosa donde las haya es la que he encontrado en la Agencia Federal de Noticias “DERF” diciendo lo siguiente:
¡Gracias al loro mi hijo ha podido hablar!.
La grata sorpresa que se llevó la madre de un chico británico de cuatro años de edad cuando escuchó a su hijo repetir lo que decía el loro. Este niño, diagnosticado de autismo, no conseguía articular palabra, solo emitía ruidos sin ningún tipo de argumento hasta que compraron un loro, Barney, que repetía constantemente lo que escuchaba hablar en la casa. El pequeño Dylan, consiguió imitar palabras como papá, mamá, hola y noche.
Según su terapeuta se debe a que el loro le transmite una simpatía especial lo que hace que esté contento con su presencia y lo imite. Ahora, se persigue la idea de que con ayuda del loro, pronuncie palabras con más sílabas y no con solo dos.
Esta noticia salió a la luz en abril de 2007.
En la fotografía podemos ver a Dylan, con su madre y su loro.
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